La llegada del ferrocarril a Tandil y la construcción de la estación fueron impulsadas por el médico y juez de paz Eduardo Fidanza, quien para lograrlo fundó el periódico "El Ferro Carril" con el fin de promover el arribo del medio de transporte a la zona, que solo llegaba hasta Ayacucho (ciudad ubicada a 66 km de Tandil). Con la llegada del tren, comenzó el progreso económico de la zona ya que el nuevo medio de transporte permitió el desarrollo de muchas actividades como por ejemplo la explotación de las canteras, hasta las cuales se tendieron vías desde la estación.
El servicio de trenes de pasajeros está inactivo desde 2016.
El edificio de la estación ubicado en Av. Colon y Machado fue declarado monumento histórico nacional y conserva la arquitectura original de finales del siglo XIX.